Situado en la bahía de Samaná, este parque es una visita obligada en la República Dominicana, con más de 200 km² de vegetación tropical húmeda, manglares, ríos subterráneos, cuevas e islotes salvajes. Alberga numerosas especies de aves endémicas y migratorias únicas en el país. Desde el pueblo de Sánchez, se puede cruzar la bahía para llegar al parque y descubrir a su vez la Isla de los Pájaros, el Río el Naranjo, los manglares y las cuevas de la Arena y San Gabriel.
Este parque, inscrito en la lista de la UNESCO y bautizado como la “Bahía de Halong del Caribe”, puede visitarse en barco o en kayak, con varias escalas en tierra.
Desde 1986, la bahía de Samaná es un santuario para la protección de las ballenas. Cada año, entre mediados de enero y mediados de marzo, se refugian aquí unas 300 ballenas jorobadas, que vienen a reproducirse en las cálidas aguas de la costa del océano Atlántico. El espectáculo de los machos de 40 toneladas saltando fuera del agua es comentado por un especialista que lleva varios años siguiendo a estos mamíferos marinos, compartiendo su pasión al ayudar a observar y comprender el quehacer de estos fascinantes cetáceos.
El norte de la República Dominicana, y más concretamente la península de Samaná, mira hacia el ecoturismo, lejos de los excesos del turismo de masas. Este pedacito de tierra, virgen de urbanización, cuenta con playas salvajes bordeadas de árboles tropicales y exuberantes montañas verdes. En la península de Samaná abundan los lugares ecoturísticos, tanto en sus playas salvajes como en el interior, con sus numerosos cultivos de frutas tropicales, café y cacao….
Las Terrenas se entiende desde Playa Cosón hasta Portillo. Entre los dos se encuentra el pueblo de Las Terrenas que cuentan con muchísimos negocios de todo tipo, restaurantes, bares, discotecas… y sobretodo maravillosas playas como Bonita, Ballena y Punta Popy.
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